Guerras, Polarización e incertidumbre reinan en el futuro inmediato.
Ninguno de las pronósticos de principios de año* nos alertó de lo que hemos experimentado. La recesión ampliamente prevista no se produjo; la economía estadounidense crece con un bajo desempleo y una inflación decreciente. El crecimiento de muchas economías se ha mostrado sorprendentemente resistente, salvo en el caso de China. La guerra entre Estados Unidos y sus aliados parcialmente activos de la OTAN contra Rusia en territorio Ucraniano está a punto de terminar en una derrota para ellos, pero especialmente para Ucrania, con un número no revelado de bajas civiles y militares y fricciones políticas internas. Al no poder (o no querer) seguir financiando a Ucrania, ahora están considerando seriamente embargar los activos (soberanos) del Banco Central ruso congelados en Europa para proporcionar un flujo alternativo de financiamiento a Kiev “en congruencia con el derecho internacional”. Esto ha impulsado y aumentado el intercambio comercial entre Rusia, China e India en beneficio de estos países, todos ellos miembros del grupo BRICS.
La guerra entre Israel y su aliado, Estados Unidos, contra una facción de la dispersa autoridad palestina llamada Hamás no fue prevista por ellos a pesar de su permanente estado de alerta, una extensa red de espionaje para la obtención de información de inteligencia que incluye sensores de alta tecnología, sistemas y equipos de guerra cibernética, protocolos de reducción de daños colaterales, robótica, sistemas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento no tripulados y autónomos, y espías humanos. El atentado del 7 de octubre reveló las vulnerabilidades de su sistema de seguridad supuestamente a prueba de terroristas y misiles, controlado por un gobierno en caos cuyas prioridades estaban concentradas en instaurar una autocracia con poderes ilimitados.
El conflicto se ha extendido más allá de su territorio, al haber provocado un aumento del antisemitismo en muchos países, especialmente entre los jóvenes, así como un incremento de los incidentes islamófobos. El genocidio debe condenarse en todas partes y contra cualquier grupo humano, independientemente del contexto geográfico, político o histórico, teniendo en cuenta su devastador impacto a largo plazo sobre las personas, las familias y las comunidades, ya sea en Myanmar, Tíbet, China, Camboya, Bangladesh, Irak, Darfur, Congo, Ruanda, Somalia, Kurdistán, Burundi, Zimbabue, Bosnia, Israel, Palestina, o contra los Uigures, Yazidíes, Hutus, Rohingyas, Pigmeos, Tutsis, Bosnyaks, Judíos o Palestinos.
De alguna manera, los conflictos geopolíticos son consecuencia de la falta de liderazgo mundial que, hasta hace poco, era incuestionable. Eliminar por completo a Hamás parece improbable y, para empeorar las cosas, los rebeldes Houthi de Yemen, apoyados por Irán, están intensificando sus ataques contra buques militares estadounidenses, así como contra el tránsito comercial en el Mar Rojo, provocando una interrupción de la cadena de suministro, mientras que Hezbolá y otros grupos militantes chiíes de Irak, Siria y Líbano están listos para saltar al conflicto si no están ya en medio de acciones hostiles; una extensión de la guerra parece inevitable. Los extremistas de ambos bandos rechazan la solución de los dos Estados: se oponen a esa opción quienes controlan Israel, que en cambio quieren extender su dominio sobre Cisjordania y Gaza, y para quienes el día después del fin de la guerra no está en su calendario a pesar de los consejos y la insistencia de sus principales aliados. Parece que el conflicto entre Hamás y los radicales de Israel está a punto de intensificarse, convirtiéndose en un conflicto entre el mundo árabe e Israel.
2024 estará repleto de elecciones en 64 países, ya sean presidenciales o parlamentarias (incluidos China, Rusia, Ucrania, Taiwán, Israel, Reino Unido, India, Irán, Corea del Sur, Venezuela, Corea del Norte, Siria, Estados Unidos y México), lo que representa alrededor del 49% de la población mundial. En Estados Unidos, a mediados de marzo tendrá lugar el “Supermartes”, que adelantará los votos de las primarias presidenciales en más del 50% de los Estados, dando un claro indicador del probable nominado final de cada partido político. La Convención Republicana tendrá lugar a mediados de julio.
Estados Unidos vive un alto grado de polarización; la actividad anti-Trump es igual de intensa entre los republicanos que entre los demócratas, que esperan en voz baja que el presidente Biden se haga a un lado y despeje el camino para que otros demócratas con posibilidades de ganar las elecciones presidenciales, consigan la nominación y contiendan para sucederle. Según sondeos creíbles, sólo el 37% de los estadounidenses aprueban la actuación de Biden, más del 70% de los probables votantes dicen que Biden es demasiado viejo para el cargo y cerca del 65% de los votantes no quieren que vuelva a ser presidente.
Hay una cuestión emocional de la mayor importancia: las campañas electorales no hablan a la racionalidad de los votantes, sino a sus emociones. Es el terreno perfecto para las batallas culturales en las que puede triunfar la lógica populista. El “otro” al que se refieren los populistas autoritarios como la raíz de todos los males, permite todo lo justificable para combatirlo: desinformación, ampliación del poder ejecutivo o debilitamiento del poder judicial. Llegan al poder por la vía democrática, pero cuando ésta no les favorece, intentan aplastarla.
En cuanto a Donald Trump, su campaña se ve fuertemente reforzada por la migración involuntaria a gran escala que durante 2023 asciende a más de 3 millones de cruces fronterizos ilegales y contando causando agitación en las zonas donde se concentran mayoritariamente. Esto es resultado de la falta de oportunidades en sus países debido a la incompetencia de sus líderes, combinada con la corrupción y la tolerancia a la actividad del crimen organizado obligando a comunidades enteras a abandonar sus hogares y pueblos para salvar sus vidas. El flujo es tan masivo que hace que uno se pregunte si es deliberado para ayudar a Trump a ganarse el apoyo de quienes, de otro modo, no votarían por él.
La reelección de Donald Trump representaría varios años de caos e inestabilidad que seguramente se reflejarán en su política exterior y, en lo interno, una amenaza a sus instituciones democráticas. Esta agitación se reflejará en la economía global y en la desestabilización de varias regiones del mundo. Su actitud en las interacciones con los aliados fue transaccional y mercantilista, ya que siguió actuando como cuando era un promotor inmobiliario que trataba de maximizar sus ganancias a costa de todo; nunca tuvo ni idea de lo que era el concepto de estadista. Por eso, sin experiencia previa en el gobierno, sus opiniones sobre las naciones extranjeras se basaban en sus relaciones personales con sus líderes y en los desequilibrios comerciales. Si un autócrata ordenaba el asesinato de un periodista residente de los Estados Unidos, su gobierno miraba para otro lado, siempre que el autócrata gastara varios miles de millones en armas y material militar de fabricación estadounidense.
El 5 de noviembre de 2024 se elegirá al presidente de Estados Unidos y se definirá el futuro del resto de los países del hemisferio, de la Unión Europea y de la OTAN. De alguna manera, Trump, que se enfrenta a hasta cuatro juicios por todo tipo de delitos, desde fraude contable hasta subvertir la democracia estadounidense, representa una amenaza para la Constitución de su país y sus contrapesos, ya que probablemente llenará los nombramientos con sus secuaces e ignorará los límites a los poderes presidenciales operando con cómplices en el Congreso y las legislaturas estatales para preparar el terreno y rechazar el resultado en caso de que vuelva a perder. Encuestas recientes revelan que el 38% de los estadounidenses aprueba sus cuatro años como presidente, y el 60% no quiere que vuelva a la Casa Blanca. Hasta ahora, aventaja a todos los demás candidatos presidenciales republicanos para 2024 por más de 30 puntos. Citando a Kishore Mahbubani, “Incluso con las mejores herramientas de las ciencias sociales a su disposición, el establishment estadounidense sigue sin poder descifrar las fuentes de la ira que está llevando a tantos estadounidenses a votar por Trump. Una sociedad amargamente dividida ya no puede servir de “ciudad luminosa sobre la colina” para el resto del mundo.” (Financial Times, 12 de diciembre de 2023)
“Los Ministros de la Suprema Corte de Justicia saben que el Sr. Trump ha acumulado una gran cantidad de seguidores políticos y que los está movilizando para que se vuelvan contra el sistema judicial por haberlo indiciado, para que intimiden a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y al personal de los tribunales, y a cualquier otra persona que se interponga en su camino. Son conscientes de que azuzará a sus acérrimos seguidores en un frenesí contra el propio Tribunal Supremo, del mismo modo que desató a sus seguidores para intentar doblegar al Congreso a su voluntad el 6 de enero. El reto de los jueces es no retorcer la ley en un esfuerzo cobarde por apaciguar a un movimiento autoritario que ve la violencia como la respuesta, gane o pierda. Un tribunal supremo estatal ha dictaminado que Donald Trump participó en una insurrección en sus esfuerzos por anular las elecciones de 2020 al incitar a una turba violenta a atacar el Capitolio y, por tanto, está inhabilitado para ejercer de nuevo como presidente. Aunque finalmente se anule la sentencia, “el sonido dela campana no se puede silenciar”. (Jesse Wegman, miembro del Consejo Editorial del New York Times).
La elección presidencial estadounidense también tendrá un efecto en la política canadiense, donde el Partido Liberal y el primer ministro Justin Trudeau, tras ocho años de gobierno, se encuentran en su punto más bajo en las últimas encuestas, y un líder del Partido Conservador afín a Trump está por delante en los sondeos, y a pesar de que las próximas elecciones están previstas para el otoño de 2025, estas podrían celebrarse antes. El efecto del aumento de las tasas de interés representa un duro golpe, ya que el 74% de los propietarios canadienses renovarán sus hipotecas dentro de un año y medio, lo que los pondrá en el camino del impago. Lo mismo ocurre con México, donde los asuntos más complicados de la relación bilateral tienen que ver con los cruces ilegales de la frontera, el tráfico de fentanilo fuera de control, el blanqueo de dinero y los coqueteos con Rusia y China, todos ellos rico material de campaña. Hace poco, los republicanos en el Congreso condicionaron el apoyo económico y militar a Ucrania a un fuerte ajuste de la frontera con México para combatir la migración y el tráfico de fentanilo.
El proceso mundial de desdolarización avanza, señal de la pérdida de influencia de EE.UU., ya sea en los mercados del petróleo o de otras materias primas, ya que ahora se realizan más ventas en divisas distintas del dólar. Además, desde el final de la Segunda Guerra Mundial se ha observado una tendencia mundial a abandonar el dólar como moneda de reserva mundial, y muchos países han cambiado sus reservas soberanas por tenencias de oro y otros activos. El dólar estadounidense ha sido la reserva de divisas preferida por los bancos centrales; el 70% del total de las reservas mundiales se mantenían en dólares estadounidenses en 1999, pero según el Fondo Monetario Internacional, la participación del dólar en las reservas mundiales de divisas cayó por debajo del 60% en el cuarto trimestre de 2021. Arabia Saudí ha sido muy activa en este sentido, no sólo aceptando sino fomentando el uso de otras divisas en su comercio de petróleo.
En cuanto a la economía estadounidense, aunque algunos de los gurús más sabios preveían una profunda recesión con alta inflación y muchas quiebras y desempleo, la situación es anormalmente buena teniendo en cuenta no sólo los presagios sino las dolorosas experiencias vividas después de 2008. El FED está en alerta, atento a los signos de recesión, caminando sobre una fina línea entre domar la inflación y enviar a los hogares que se esfuerzan por hacer frente a las facturas mensuales, hipotecas y alquileres, al precipicio financiero. De momento, la inflación retrocede a pesar del auge de la economía. Las predicciones de mercado de los líderes de opinión se equivocaron; todo se puso patas arriba: lo que se suponía que iba a desplomarse se disparó, y lo que se suponía que iba a subir al cielo se vino abajo de forma estrepitosa.
Will Daniel nos explica: “Pero a medida que avanzaba el año, los datos económicos sorprendieron gratamente a Wall Street, lo que llevó a Michael Gapen, economista jefe de Bank of America en Estados Unidos, a empezar a cambiar sus previsiones de recesión. En junio, Gapen argumentó que, en lugar de enfrentarse a una recesión leve ya en el cuarto trimestre de 2023, era probable que Estados Unidos cayera en una “recesión de crecimiento” aún más moderada en 2024. Luego, en agosto, abandonó por completo la previsión de recesión debido a la resistencia del mercado laboral y del gasto de los consumidores en medio de las agresivas subidas de tipos de la Reserva Federal. Repitiendo una letra de los Beatles, Gapen tituló la nota en la que detallaba su nueva previsión, más optimista: “Imagina que no hay recesión, es fácil si lo intentas”. (Citado por Fortune).
Todo el mundo esperaba una recesión duradera, con un retroceso de la inflación no antes de mediados de 2024. En lugar de ello, el auge de la demanda de los consumidores impulsó el crecimiento económico, mientras que la inflación respondió positivamente a las decisiones monetarias de la Reserva Federal. Las alarmas de “prepárense para el impacto” fueron falsas. El tono cambió de Prepárense para un aterrizaje de emergencia a un aterrizaje con aplausos. Economistas y analistas de mercado siguen buscando respuestas creíbles y racionales al inesperado giro de los acontecimientos. La teoría macroeconómica está siendo rediseñada y retocada con novedosos algoritmos tratando de descubrir la magia que causó estos resultados. Si alguien no está completamente confundido, es porque no está bien informado. Sin embargo, no en todas partes.
Lo de China es otra historia. El impacto de la guerra comercial con EE.UU. ha sido profundo y continuado, y se combinó con problemas internos como el envejecimiento de la población, una menor tasa de fertilidad, un grave exceso de construcción de viviendas que permanecen desocupadas, la disminución de la industria manufacturera y las exportaciones, una generación masiva de jóvenes con estudios universitarios incapaces de encontrar empleo, el estancamiento de la demanda interna de bienes y servicios, el descenso de los precios de la propiedad y, por tanto, de la riqueza de los hogares, y la insolvencia crediticia de varias instituciones financieras ante los impagos de prestamistas y promotores. A pesar de liderar el grupo BRICS y aumentar su número de miembros con otros países y regiones, mejorando así su poder de negociación en los asuntos económicos internacionales, por primera vez en décadas, la economía china creció a un ritmo muy inferior al que solía hacerlo, lo que alimentó la especulación sobre una desaceleración de proporciones colosales, poniendo fuera de su alcance una avalancha de capital procedente de las grandes fortunas, que volvió negativa la inversión extranjera.
Por si fuera poco, la desaparición o muerte inesperada de altos funcionarios cuya lealtad a su líder estaba en entredicho y su sustitución por burócratas provincianos de pueblo chico con una larga proximidad a Xi, cuya principal característica es una lealtad incuestionable al “líder del pueblo” (me suena familiar al AMLO mexicano) que le asegura el control del Politburó y, a su vez, del aparato político de China. Sin embargo, su infraestructura de categoría mundial, su mano de obra altamente calificada y su estabilidad política no bastan para cambiar la tendencia de su economía en decadencia, que sufre deflación, disminución de las exportaciones, alto endeudamiento, gobiernos locales en bancarrota y débil demanda interna y externa.
México es un país altamente polarizado donde el crimen organizado ha incrementado su control territorial. Obviamente, estos factores inyectan un nivel de incertidumbre en la economía y la gobernabilidad del país. Una revisión analítica del censo de población del Instituto Nacional de Estadística (INEGI) reveló que en los últimos 20 años, un total de 680 municipios de los 2,457 que hay en el país (27% del total) han sido abandonados debido a la violencia de los cárteles de la droga y el resto, 231, es decir 9%, son inhabitables debido a la violencia; esto significa que 27% del país se ha convertido en pueblos fantasmas. Durante las elecciones de México de 2021: 36 candidatos y 102 políticos en general fueron asesinados. Sea cual sea el resultado, el agravamiento de un clima de encono y odio sería lo peor que le podría pasar a México en 2024.
En regiones bajo control del crimen organizado, la victoria de Morena está asegurada.
Se espera que el crecimiento de México en 2023 se sitúe en torno al 3.6 por ciento. Se combina un aumento significativo de la inversión privada, del orden del 25,6 por ciento, pero también del 24,7 por ciento de la inversión pública. Cabe destacar que la parte de la inversión que corresponde a las empresas representó el 88,9 por ciento de la inversión realizada, mientras que el 11,1 por ciento provino del sector público. El año del “súper peso” concluyó con una apreciación de 14.90 por ciento de la moneda mexicana frente al dólar estadounidense en el mercado internacional de divisas, su mayor apreciación” desde que se tiene registro en 1976. Una de las razones, si no la principal, es el aumento estructural de las remesas, que se duplicaron en cinco años hasta superar los 60.000 millones de dólares, cubriendo holgadamente el déficit comercial y convirtiéndose en la fuente más importante de divisas. Una de las razones del fantástico aumento de las remesas es que muchos más mexicanos han emigrado en busca de las oportunidades que no encontraron en su país, unido a la violencia generalizada del crimen organizado.
El líder de México, AMLO, ha demostrado que puede estar por encima de la ley, controlando tanto el poder ejecutivo como el Congreso y parte del poder judicial, manipulando el nombramiento de funcionarios en los órganos autónomos que velan por la transparencia, la rendición de cuentas y las elecciones limpias. Para validar la elección de 2024, el Tribunal Electoral (TEPJF) requiere de siete magistrados. Hoy sólo cuenta con cinco. Existe un enorme interés por retrasar el nombramiento de los dos magistrados faltantes. Buscan sabotear y desmantelar lo que falta para llevar a cabo sus tropelías sin freno alguno. Si AMLO estuviera seguro del triunfo de su candidata y de ganar la mayoría en el nuevo congreso, estaría haciendo exactamente lo contrario para legitimar su victoria.
México tiene muchas leyes brillantemente concebidas; el problema es que carece de mecanismos e instituciones para hacerlas cumplir, y el encargado de hacerlas cumplir no es independiente; responde al ejecutivo. Si fuera de otra manera, tal vez el Jefe del Ejecutivo y el Jefe Ejecutor ya estarían indiciados. En el país predomina una cultura de “tolerados” a los que se les permite operar. Existe una disonancia entre querer algo que, con el sistema actual, es imposible de obtener.
Cualquier gobierno fracasa en su esfuerzo por resolver el problema de la pobreza dando limosnas en lugar de educar y formar a la gente para hacerla productiva.
El resultado de cinco años de un modelo esquizofrénico de gobierno es un milagro. Lo es porque, a pesar de sus mejores esfuerzos, fueron incapaces de destruir un motor económico alimentado por las exportaciones a sus vecinos/socios del norte gracias a un acuerdo comercial previsto y orquestado hace veintinueve años por el ahora demonizado régimen neoliberal, que, al mismo tiempo, creó las instituciones que fomentan y apoyan el desarrollo de la democracia. Los caníbales que gobiernan llegaron al poder gracias a esas instituciones que ahora se empeñan en destruir. No les importan los pobres mientras las limosnas que les dan les aseguren votos, eso es lo único que les importa. En realidad, quieren el mayor número posible de pobres.
Las estadísticas oficiales muestran que hay más personas en situación de pobreza extrema que antes de que asumieran el poder. También hay muchos que pasaron de la clase media a la pobreza. Y sí, también, hay algunos que pasaron de ricos a multimillonarios, aunque sea a costa del erario público, pues deben miles de millones en impuestos que se niegan a pagar, sin que haya consecuencias. Este régimen se parece a lo que mencionó Robert Kaplan, refiriéndose a Henry Kissinger: representan las fuerzas de la anarquía que intentan derrocar un sistema político nacional legítimo, por imperfecto que sea.
Un capítulo de El arte de ser humano, del holandés Rob Riemen, consiste en una carta del autor a sus alumnos mexicanos: “Los autócratas gobiernan como falsos mesías, y como nunca se puede construir una sociedad justa y armoniosa con demagogia, propaganda y mentiras, una guerra civil es inevitable. Hablando de ‘falsos mesías’, para mí, su presidente, López Obrador, es un ejemplo arquetípico de esa especie.” (Citado por Pablo Hiriart en El Financiero, 22 de diciembre de 2023). Lo que prevalece es el deterioro causado por un hombre enfermo, rodeado de saqueadores, incompetentes, pueblerinos, ignorantes y revanchistas.
La única posibilidad de salvar a México de convertirse en una autocracia es destituir a esta facción gobernante. México vive un golpe de Estado sucesivo, una concatenación de actos deliberados para destruir los contrapesos republicanos, estrangulando a las instituciones mediante el recorte de sus presupuestos, de ahí que se haya inhabilitado al Instituto Nacional Electoral (INE) en un año electoral, el Instituto Nacional de Transparencia (INAI) para impedir la rendición de cuentas de los elefantes blancos que se presumen como proyectos emblemáticos de esta administración, recortando de tajo el presupuesto del Poder Judicial de la Federación para impedir su funcionamiento eficiente, y atacando a Ministros, Jueces y Magistrados, acusándolos de corrupción sin el menor asomo de su autenticidad, mucho menos de pruebas. AMLO pasará a la historia porque su odio y resentimiento provocan discordia y envenenan el alma de sus partidarios y opositores. No es de extrañar que en los primeros nueve meses de este año se hayan producido 355 masacres en el país, según la ONG Causa en Común.
*Pronósticos para 2023 publicados aquí:
Este texto se benefició con las opiniones expresadas en las columnas de Luis Rubio, Ricardo Pascoe Pierce, Antonio Navalón, Federico Reyes Heroles, Juan Villoro, Enrique Quintana, Raymundo Riva Palacio, Pablo Hiriart, Macario Schetino, Carlos Urzúa, Ciro Murayama, Paul Krugman, Thomas L. Friedman, Jesse Wegman, Ian Bremmer, George Friedman, Robert Kagan, y Ruchir Sharma y de reportes especiales de BANXICO, INEGI, CONEVAL, J.P. Morgan, Morgan Stanley, Bank of America, Fondo Monetario Internacional, Junta de Gobierno del Banco de la Reserva Federal, Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, entre otras.
SEPGRA Political Analysis Group.
Lecturas y Videos Complementarios: